Capitulo 22

  




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Las relaciones interpersonales entre Damián y Nerio habían estado muy tensas, provocadas por la necesidad de tomar partido y de pronunciarse abiertamente. Era prácticamente difícil permanecer impasible en esa situación de falta de mando y de conducción. Nerio había sido traslado a la zona norte de la región, por propia petición. Había ido a ocupar la vacante que había dejado Jorgelui, y el mismo Nerio se había ofrecido para desempeñarse en esa sede. Esa decisión había sorprendido a todos, pues Nerio lo estaba haciendo bastante bien donde estaba, cerca de la sede principal de la ciudad y cerca de los jefes. El día en que se anunció oficialmente el cambio de Nerio, el jefe Toribio se había comportado con su típico estilo de alabanzas y de mil ponderaciones hacia Nerio, resaltando su disponibilidad y ofrecimiento. Matías y Damián que conocían el estilo del jefe Toribio, se ponían al resguardo y a la expectativa esperando la desalabanza y hundimiento que vendrían después de ese recurso. Algo habría de estar sucediendo con Nerio, pues según la lógica de lo que sucedía siempre, había que esperar que el resorte sufriera el lado contrario del encogimiento, para estirar de manera brusca y completar todo su movimiento de ida y de venida. Lo bueno para Nerio era que ya Toribio no estaría por mucho tiempo en el ejercicio del poder, y no sucedería el contraefecto del resorte en su caso, y no se sabría lo que pudiera estar pasando. En cierta manera era comprensible la alegría que manifestaba Nerio en que Toribio fuera despojado en todo sentido del poder. En esa conexión habría de haber algún punto débil que no beneficiaría a Nerio. Ya las alabanzas de Toribio, por una parte, y la euforia que experimentaba Nerio al saber de los traslados que se habían realizado hasta los momentos, indicaban que había un lado débil en Nerio.

Los días iban transcurriendo. Damián y Nerio se seguían comunicando diariamente, a pesar de las distancias geográficas. El instrumento de comunicación eran los celulares, y a través de ellos mantenían la conexión. Por esos mismos días había debido suceder el traslado de Damián; pero no se había realizado por la resistencia de Marcos, quien se aferraba a esperar el nombramiento oficial del nuevo jefe. Eso beneficiaba a Damián, pues no quería el traslado; pero lo colocaba en una situación de espera muy estresante. Sobre ese tema había girado toda la comunicación entre Nerio y Damián, en ese entonces. Y en una ocasión de entre los últimos días, Nerio le había escrito a Damián preguntándole si ya se hallaba en su nuevo lugar asignado, a pesar de que Nerio sabía que no se había realizado. Damián le había contestado que sí, y que estaba a su la orden en su nueva sede. Nerio, entonces, le contestó que Silverio había regresado “cortando rabo y oreja”, y manifestaba una alegría especial por ese hecho al quedar implícito la victoria de Silverio. – ¡Sí; y vino con el tridente en la mano! – le había contestado Damián. Y no hubo más comunicación entre ellos por ese día. Al día siguiente Damián reanudó el intercambio de mensajes, y esta vez Nerio le mandó varios mensajes muy ofensivos a Damián, quien había comprendido de inmediato que se trataba sobre la mentira y broma del día anterior. Damián le contestó que a veces es importante decir lo que la otra persona quiere escuchar, y que le había contestado de esa manera, pues sabía que era eso lo que Nerio quería oir; pero que él mismo sabía que el cambio no se había realizado, pues habían estado en comunicación constantemente. Nerio seguía en su postura de ofensas y de agresividad diciendo cosas realmente grotescas. Damián, por su parte, buscaba mostrarse conciliador con cada mensaje de retorno. No se sabía qué molestaba más a Nerio, si la broma de su interlocutor, o sí el hecho de la duda de la realización de los traslados, ya que en ese caso, sería un indicativo de la pérdida de autoridad en el mando de Silverio. No se comunicaron más por ese día; sino hasta el día siguiente que Damián volvió a iniciar la comunicación, y esta vez, Nerio intentó mantenerse agresivo con diplomacia. Hay momentos en que salen a relucir nuestros lados oscuros, que nos muestran sobre los que tenemos que trabajar para conocer, saber y dulcificar nuestro animal y nuestra manera primaria de comportarnos. Damián le hizo saber a Nerio que era muy importante conocer y reconocer nuestros lados oscuros; y al respecto, tuvieron sus diferencias, y Nerio volvió a ponerse un tanto intransigente y aunque disimulaba su agresividad, aún se le notaba molesto. Damián había preferido dar la retirada, y volvía a hacer la relación existente entre Nerio y Silverio, y encontraba que eran de la misma escuela de la vida… Tal vez era la tensión y el nerviosismo de esos momentos que hacía que todos estuvieran a la defensiva y a la ofensiva, al mismo tiempo. 

Por esos mismos días Damián había tenido muchos sueños en las noches, y amanecía un poco malhumorado, pues no lograba descansar como hubiese querido. Su inconsciente buscaba manifestarle a su plano de conciencia el grande conflicto en que se hallaba. Así había soñado que se estaba retirando a su casa para refugiarse en la casa paterna, abandonando todo y dejando que los demás arreglaran la situación. La noche que había soñado de esa manera, había tenido en el día un almuerzo con Chu, con quien había conversado sobre Jesusram, quien había dicho que iba a entregar y se iría retirado a su casa. Esa conversación había sido el estímulo externo para activarle enb Damián esa posibilidad del abandono, y su inconsciente le había revelado en el sueño nocturno el temor de llegar a semejantes extremos. Con ello, Damián, sin saberlo estaba saneando sus cargas emocionales negativas, en el mecanismo de la naturaleza a través del laboratorio de los sueños, que está colocado allí para la misma terapia de sanación de la persona. También había soñado que había entablado una conversación y encuentro muy amigable y fraternal con Eugenio. En ese sueño los dos se habían mostrado muy cercanos y amistosos. Al día siguiente, Damián se sintió sorprendido del posible contenido revelador del sueño, pues le extrañaba que se diera esa posibilidad ya que había grandes diferencias entre los dos, sobre todo en esa confrontación que se estaba viviendo respecto a la interpretación y aplicación del artículo 403. Tal vez se estaba dando en Damián la conciliación en su inconsciente de esas diferencias, y estaba llegando a un equilibrio necesario en medio de tanta confusión y caos. Como los sueños también son promisorios, Damián no dejaba de tomar algunas previsiones para mantenerse alerta en una posible realización en la realidad concreta de ese contenido subliminal, que le estaban dando señales de alarma y de aviso. Eso mismo lo colocaban como a la defensiva en caso de que se diera una especie de aproximación de Eugenio, respecto al problema que se estaba viviendo. Se propuso, en todo caso, estar precavido para no ser utilizado en los intereses y manejos de provocaciones y de pronunciaciones que no llevaran a nada, sino a aumentar las diferencias que en nada mejorarían la situación. 



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